La calidad del combustible tiene una incidencia significativa en el funcionamiento y rendimiento de un vehículo, especialmente en aquellos que utilizan motores de combustión interna, como los gasolina o diésel. Si quieres conocer cómo influye la calidad del combustible en el motor, sigue leyendo.

1. Eficiencia del motor
Un combustible de alta calidad proporciona una mejor eficiencia en la combustión dentro del motor. Contiene una composición más homogénea y un contenido energético adecuado, lo que permite una combustión más completa y eficiente. Esto se traduce en una mayor potencia y una mejor economía de combustible, lo que permite al vehículo recorrer más distancia con la misma cantidad de combustible.

2. Emisiones contaminantes
Los combustibles de baja calidad pueden contener impurezas y compuestos no deseados que pueden aumentar las emisiones contaminantes del vehículo, como óxidos de nitrógeno (NOx), partículas finas y compuestos orgánicos volátiles (COV). Un combustible de alta calidad, en cambio, ayuda a reducir las emisiones dañinas y contribuye a un medio ambiente más limpio.

3. Mantenimiento del motor
Los combustibles de baja calidad pueden dejar residuos o sedimentos en el sistema de combustión del motor, como los inyectores de combustible, las válvulas o las cámaras de combustión. Estos depósitos pueden afectar el rendimiento del motor y aumentar la probabilidad de averías. Un combustible de alta calidad, por otro lado, contiene aditivos y detergentes que ayudan a mantener limpios estos componentes y prolongar la vida útil del motor.

4. Durabilidad del motor
El uso prolongado de combustibles de baja calidad puede ocasionar un desgaste prematuro del motor debido a la acumulación de impurezas y la combustión incompleta. Por otro lado, un combustible de alta calidad reduce el riesgo de daño al motor y contribuye a una vida útil más larga y confiable.